Cada año vuelvo a trabajar esta fecha tan importante y cada año me cuesta enfrentarme a la idea de que por mucho que me esfuerzo, habrá chicos y chicas que olvidarán lo importante que son y que se dejarán arrastrar por relaciones dañinas.
Tratamos, desde los institutos y otros centros educativos, de prevenir conductas violentas en la pareja eliminando mitos y falsas creencias sobre el amor. Nos cuesta trabajo hacer ver que la protagonista de la saga "Crepúsculo" es una enferma, que no es un modelo femenino válido, pero ahí sigue y niñas de hoy se enamorarán de un "vampiro" o de un "lobo".
Y ¿qué harán mientras sus compañeros, los chicos que se ríen de esa "tontería"? No harán nada.
Nada que enseñe que nadie es superior por el hecho de tener distinto sexo.
Nada que reclame los mismos derechos para mi amiga, mi pareja, a nivel de proyección laboral.
Nada para que desaparezca el miedo de mi amiga cuando va sola por la calle.
Nada por cuestionar una situación heredada de privilegio y no merecida.
Nada.
Mientras esas niñas de hoy crecerán pensando que en su clase todos y todas son iguales, cuando los muros que tapan la violencia siguen sin desaparecer.
Micromachismos
